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El exceso de ácido fólico en el embarazo puede aumentar el riesgo de autismo

Publicado en 04 de agosto de 2017

La sustancia es sólo uno de los varios factores que pueden contribuir al trastorno, pero la dosis correcta es fundamental para el neurodesarrollo del bebé

Consumir folato -o ácido fólico en su forma sintética- antes y durante el embarazo es esencial para ayudar a cerrar los tubos neurales de los bebés, que formarán el sistema nervioso central. Esta sustancia también previene problemas morfológicos como la anencefalia, el paladar hendido y el labio leporino, pero un exceso de esta vitamina (B9) puede aumentar dos veces el riesgo de autismo en los niños.

La conclusión procede de un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins (Estados Unidos), que analizaron a 1.391 madres y sus hijos entre 1998 y 2013. Se midió el nivel de folato en sangre poco después del parto y se realizó un seguimiento de los niños durante ese periodo.

Los resultados, presentados en 2016, indicaron que las madres de niños autistas tenían niveles de folato cuatro veces superiores a los adecuados. El exceso se detectó en una de cada diez participantes.

"El exceso de folato actúa de forma muy específica, en el mecanismo de hipermetilación del ADN del feto, lo que puede perjudicar el neurodesarrollo. El exceso puede dañar los genes que componen la maduración del cerebro y causar alguna malformación, pudiendo desarrollar autismo o autismo parcial", explica Antonio Cabral, doctor en obstetricia por la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y profesor de obstetricia en la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG).

Cabral deja claro, sin embargo, que el autismo está causado por razones mucho más amplias que este único factor. "Tiene que haber una predisposición genética y otros factores. Un exceso de folato puede tener un efecto diferente en otra persona", afirma.

Autismo. El psiquiatra Andreas Stravogiannis, director técnico de la Asociación de Amigos del Autismo (AMA), explica que el autismo es un trastorno del neurodesarrollo y tiene múltiples causas. "Hay factores genéticos y ambientales que, junto con los hereditarios, pueden provocar la afección", afirma.

Entre las posibles causas ambientales, el especialista cita las infecciones neonatales, los problemas en el parto, la malnutrición de la madre, que puede dificultar la formación del feto, la exposición a sustancias químicas o tóxicas durante el embarazo o en los primeros días de vida del bebé, y el nacimiento prematuro.

Stravogiannis afirma que sigue siendo una incógnita para los médicos y la ciencia por qué factores tan distintos pueden conducir al autismo, o a cualquier otra alteración neurológica. Pero subraya que no todas las madres que experimentan una de estas situaciones tendrán un hijo autista.

"Cuando se diagnostica autismo, hay que investigar las posibles causas, pero la mayoría de las veces los pacientes no tienen pruebas suficientes para justificarlo", explica el psiquiatra.

La recomendación continúa. Cuando se publicó el estudio, algunos médicos criticaron los resultados. Según los críticos, los investigadores estaban siendo \ "irresponsables" y \ "generando riesgos\" en madres que, de hecho, deberían seguir tomando la vitamina. Además, un estudio publicado en 2013 en The Journal of the American Medical Association demostró que la ingesta de ácido fólico por parte de las embarazadas reducía el riesgo de autismo.

Antonio Cabral explica que, en su momento, se advirtió de que las mujeres ya ingerían ácido fólico en su dieta. Esta sustancia se encuentra de forma natural en frutas y verduras y se utiliza para enriquecer las harinas. "Lo que no debemos hacer es utilizarlo en dosis elevadas", subraya. La ingesta de ácido fólico por parte de las mujeres embarazadas sigue siendo importante.

Como ya consumen la vitamina en los alimentos, incluso sin saberlo, las mujeres embarazadas o que planean tener hijos deben prestar atención a la dosis correcta a la hora de tomar suplementos. Lo ideal, según Cabral, es tomar entre 0,4 y 0,8 miligramos al día antes de quedar embarazada y en los tres primeros meses de gestación, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de organismos brasileños como el Consejo Federal de Medicina (CFM) y la Federación Brasileña de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia (Febrasgo).

Esta dosis, sin embargo, puede variar de una mujer a otra: "Si una mujer tiene alguna actividad o hábito que pueda reducir el ácido fólico [en el organismo], como fumar o realizar una actividad física intensa, puede utilizarlo dentro de esta dosis o un poco más. Hay que hablar con el médico para ver si es excesivo", dice Cabral. Un análisis de sangre que mida la cantidad de folato también puede ayudar en la prescripción correcta de la vitamina.

Ausencia o ingesta incorrecta. En Brasil, 55,4% de las mujeres se quedan embarazadas sin haberlo planeado, según una encuesta realizada por la Escuela Nacional de Salud Pública de la Fundación Oswaldo Cruz (ENSP/Fiocruz). Es decir, no se benefician de los efectos positivos del ácido fólico antes de la concepción. Además de contribuir al neurodesarrollo y a la morfología, la vitamina ayuda a la formación del corazón y, si se toma en dosis más bajas a lo largo del embarazo, previene el parto prematuro, afirma Cabral.

El riesgo de exceso de folato en la sangre no es tan difícil. Por tratarse de una vitamina común, la sustancia se vende en farmacias sin necesidad de receta médica y es distribuida gratuitamente por el Sistema Único de Salud (SUS). En este último caso, se adquiere para diversos fines, como contra la anemia, y puede estar disponible en dosis más elevadas que las indicadas para las embarazadas.

Más estudios. "Una suplementación adecuada es protectora; éste sigue siendo el caso del ácido fólico", afirma Daniele Fallin, una de las autoras del estudio Bloomberg de Johns Hopkins. Sin embargo, los investigadores afirman que se necesitan más estudios para determinar cuánto ácido fólico debe consumir una mujer durante el embarazo.

"El ácido fólico actúa principalmente sobre el tubo neural en el primer trimestre. Habría que ver si [las madres] tenían niveles altos en ese periodo inicial", dice Stravogiannis, señalando el hecho de que el estudio midió los niveles de folato en el periodo posparto. Entre los importantes beneficios y los posibles riesgos del exceso de folato en las embarazadas, la advertencia es que médicos y mujeres presten atención a la dosis adecuada de la sustancia.

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