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Más información sobre la dermatitis atópica

Publicado en 15 de junio de 2020

La enfermedad es más frecuente en niños, pero también afecta a adultos. Hay que tratarla

El picor excesivo, el enrojecimiento y las lesiones cutáneas son síntomas bien conocidos y recurrentes para quienes padecen dermatitis atópica. Se trata de una enfermedad crónica causada por un desequilibrio del sistema inmunitario, que genera una respuesta inflamatoria exagerada y una ruptura de la barrera cutánea.

"La dermatitis atópica es una manifestación alérgica, igual que la diarrea y los vómitos. Sólo que en este caso se produce en la piel. Como otras patologías crónicas, no hay remedio para eliminar el problema, pero se puede controlar", explica el pediatra y nutricionista Dr. Fábio Ancona.

La dermatitis está presente en alrededor de 25% de los niños. Sin embargo, los adultos también pueden padecerla: se calcula que entre 2% y 9% la padecen.

"Las causas del desequilibrio que genera la dermatitis atópica no están claras. Pero sí sabemos que el factor genético influye mucho. En las familias con antecedentes de alergias, como asma o rinitis, es más probable que aparezca el problema", afirma el Dr. Ancona.

Aunque no es exclusiva de los niños, es en la primera infancia cuando aparece la dermatitis. En este grupo de edad, las opciones de tratamiento para minimizar los síntomas son escasas. Sin embargo, se pueden encontrar opciones seguras en los productos a base de pimecrolimus.

"Los padres deben ser muy conscientes del tipo de tratamiento que van a recibir. Tienen que hablar con su pediatra, porque el nivel de toxicidad de la mayoría de los medicamentos (como los corticosteroides) es demasiado alto para exponer al niño. Pero esto no significa que el paciente se quede sin tratamiento, pues ya existen opciones adecuadas y seguras, especialmente productos a base de pimecrolimus, que pueden utilizarse a partir de los tres meses de edad, reduciendo los brotes de dermatitis. Los pacientes adultos también deben prestar atención a esto", explica el Dr. Fábio Ancona, que también señala que las fórmulas en crema se absorben mejor.

La dermatitis atópica reaparece con más frecuencia en la cara y las articulaciones del cuerpo, lo que puede repercutir en las relaciones sociales de los pacientes. Por eso hay que tener cuidado. "Es posible vivir sin picores, dormir bien y tener una piel sana con la enfermedad, pero también es necesario acudir al médico para recibir el mejor tratamiento. La palabra clave es control", concluye el pediatra.

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